Si quieres el dato directamente, no te voy a secuestrar, aquí lo tienes:
En términos generales 100 gramos de jamón curado, aportan entre 200 y 400 Kcal.
¿Por qué un rango tan (relativamente) amplio? Simplemente porque no todos los jamones son iguales.

Para entender todo esto bien, te recomiendo que leas hasta el final el artículo, aunque sea transversalmente, y tendrás respuestas a preguntas como:
¿Qué es una caloría?
¿Es bueno o malo comer alimentos ricos en calorías?
¿Cuántas calorías debo ingerir diariamente y cuántas me aportan unas lonchas de jamón?

Hablamos en frecuentemente de calorías, kilocalorías, de propiedades nutricionales, de gasto energético…
¿Pero realmente sabemos de qué estamos hablando?
No hace falta ser un experto nutricionista para entender, al menos de manera aproximada o en términos muy básicos (pero suficientes), cómo funciona nuestro cuerpo. Y, para ello (como para todo en general) el afrontar desde el sentido común este tipo de cosas es una estrategia sensata y suficiente, que nos ayuda a tomar decisiones acertadas para adoptar hábitos saludables y, por ende, ser más felices. ¡No se puede ser un experto en todo!
Come de todo un poco, preferentemente natural y de calidad… y a ser posible incluye jamón curado en tu dieta regular (jamón curado de raza ibérica, si puede ser).

Y dicho esto: ¿qué es una caloría? Una caloría es una unidad de medida de energía en el ámbito de la alimentación y nutrición, que representa la cantidad de energía que se necesita para elevar la temperatura de 1 gramo de agua en 1º centígrado.

En el contexto de la nutrición, la caloría es la unidad de medida que se utiliza para medir la cantidad de energía que proporcionan los alimentos y para medir y determinar cuánta energía necesita el cuerpo humano para funcionar.
Es decir: para realizar cualquier trabajo, tu cuerpo necesita energía.

Y trabajo no es solo moverse, levantar peso… Trabajo también es: calentar tu cuerpo, bombear sangre con el corazón… e incluso pensar (se estima que el cerebro consume un quinto de la energía total que gasta el cuerpo de una persona adulta, a pesar se suponer aproximadamente un 2% del peso total).

Por tanto: para sobrevivir, necesitamos energía. Y la energía la obtenemos de ingerir alimentos que, además de otros nutrientes, han de proporcionarnos el aporte energético suficiente para desarrollar nuestras actividades.

Pero: ¿qué pasa si ingerimos más calorías de las gastadas? Seguro que conoces la respuesta: aunque depende de muchos factores, lo normal es que el cuerpo las almacene en forma de grasa y acabemos ganando peso.

Ya ha quedado claro que el cuerpo humano necesita de energía (calorías) para poder funcionar. ¿Pero cuántas calorías?

El número de calorías que necesita el cuerpo humano al día varía dependiendo de varios factores, tales como:

• Edad.
• Sexo.
• Corpulencia (peso, altura…)
• Nivel medio de actividad física.
• Metabolismo.

En términos generales, se estima que la cantidad diaria recomendada de calorías, para una persona adulta de características medias, es de:

• Entre 1.500 y 2.000 Kcal para las mujeres.
• Entre 2.000 y 2.500 Kcal para los hombres.

Una persona joven y activa físicamente puede necesitar más calorías que una persona mayor y sedentaria. También viceversa.
Una persona más alta y con más masa muscular puede necesitar más calorías que una persona más baja y con menos masa muscular.

Además, el metabolismo también afecta a la cantidad de que una persona necesita. Algunas personas tienen un metabolismo rápido que les permite quemar más calorías, mientras que otras personas tienen un metabolismo más lento y necesitan menos calorías.
El metabolismo basal, por otra parte, es la cantidad de energía que el cuerpo quema para mantener sus funciones básicas, como la respiración, la digestión, la circulación y la regeneración del descanso.
Todo ello consume calorías, o sea, energía.

Los nutrientes que aportan calorías son los hidratos de carbono, las proteínas y las grasas. Cada uno de ellos aporta una cantidad diferente de calorías por gramo:

• Hidratos de carbono: 4 calorías/gramo.
• Proteínas: 4 calorías/gramo.
• Grasas: 9 calorías/gramo.

La forma en que nuestro cuerpo utiliza estos macronutrientes depende de diversos factores, incluyendo el nivel de actividad física, el estado metabólico y la ingesta calórica diaria.

• Los carbohidratos se utilizan como fuente principal de energía para actividades físicas de intensidad moderada a alta y para el cerebro y el sistema nervioso.
• Las proteínas se utilizan para reparar y construir tejidos musculares, y también se pueden utilizar como fuente de energía en caso de necesidad.
• Las grasas se utilizan como fuente de energía de reserva y también ayudan a absorber vitaminas y minerales esenciales.

Durante el ayuno, nuestro cuerpo puede comenzar a utilizar sus reservas de grasa como fuente de energía en lugar de los carbohidratos y las proteínas. Esto se conoce como cetosis: el hígado convierte las grasas en cuerpos cetónicos, que son utilizados como fuente de energía por el cerebro y otros tejidos del cuerpo. Si el ayuno es prolongado, nuestro cuerpo también puede utilizar proteínas como fuente de energía, pero esto se debe evitar si se busca mantener la masa muscular.

El jamón, obviamente, es un producto de origen cárnico y, por tanto, ofrece un “buen” aporte calórico.
Las calorías de un jamón depende de varios factores. Entre otros, de los siguientes:

• Raza y genérica del cerdo (no es lo mismo un cerdo ibérico, uno blanco o uno duroc-jersey… o uno cruzado ibérico-duroc).
• Alimentación que haya tenido (un cerdo que aprovecha la bellota en montanera no es lo mismo que un cerdo en un recinto limitado).
• Estilo de vida y entorno.
• Edad del sacrificio.
• Proceso de curación: la acción de la sal, temperatura, humedad y tiempo, así como otros ingredientes que se le puedan añadir, alteran las propiedades nutricionales de la pieza.

Por tanto, en base a estos parámetros, las calorías por 100 gramos de jamón oscilan entre las 200 y 400 Kcal.

En general, una porción de 100 gramos de jamón serrano contiene alrededor de 240 a 250 Kcal, mientras que el jamón ibérico puede contener alrededor de 270 a 300 Kcal (el ibérico lleva más grasa, eso sí: de la “buena” o no saturada).
Sabiendo que el jamón serrano proviene del cerdo de raza blanca, y el jamón ibérico del cerdo del mismo nombre:
Ejemplos (datos de openfoodfacts.org):

• Jamón serrano El Pozo Bodega Selección: 232 Kcal/100g.
• Paleta ibérica 50% de cebo “La Hacienda del Ibérico”: 277Kcal/100g.
• Jamón ibérico bellota (Club Gourmet El Corte Inglés): 335 Kcal/100g.

En la siguiente tabla lo resumimos, junto con el porcentaje de la cantidad diaria recomendada cubierta por una ración de 100g, según mujeres y hombres:

PRODUCTO vs. CDR Calorías	MUJERES	HOMBRES
El Pozo Bodega Selección	13,3 %	10,3 %
Paleta ibérica 50% “La Hacienda del Ibérico”	15,8 %	12,3%
Jamón ibérico bellota El Corte Inglés	19,1 %	14,9 %

Observa que, normalmente, a más “calidad” tenga el jamón, más calorías aporta.

Como puedes observar: un buen bocadillo de jamón, dependiendo del tipo del mismo y del sexo, entre el 15% y el 25% de la cantidad diaria recomendada (hemos incluido el aumento aproximado que supone media barra de pan).

Una loncha, lasca o tajada de tamaño medio de jamón curado viene a pesar entre 15 y 20 gramos, por tanto

Además de las calorías, vamos a ver qué otros componentes nutricionales aporta el jamón.
También entran en juego aquí todos los aspectos que influyen igualmente para las calorías, referidos a raza, genética, alimentación del cerdo, etc. (ver más arriba).

El jamón curado es rico en proteínas y contiene pequeñas cantidades de carbohidratos (a veces nulas o despreciables), así como vitaminas y minerales. Algunos de los componentes nutricionales específicos que aporta, incluyen (referidos a 100 gramos de producto), los siguientes:

En cuanto a la grasa: el jamón curado aporta una cantidad tolerable y moderada de grasa, siendo grasa rica en ácidos grasos esenciales.

El jamón curado, ya sea serrano o ibérico, tiene muchas variantes.
Ya de por sí, es fuente de proteínas y moderado en grasas saturadas, y aporta como hemos visto una alta y notoria variedad de vitaminas y minerales, así como antioxidantes.

A mayor calidad tenga el jamón (la cuál la determinan factores que ya hemos visto arriba, tales como raza, alimentación, proceso de curación, aditivos…), más saludable será, ya que sus ácidos grasos esenciales estarán acentuados, y los ácidos grasos saturados tendrán menos proporción. De hecho, un buen jamón tiene menos colesterol que los mejillones o sardinas en conserva.

El jamón curado envasado al vacío suele llevar aditivos (nitritos, conservantes y antioxidantes), si bien no todos lo llevan. A menos lleven, mejor desde el punto de vista de su ingesta.

Por tanto, en términos generales, el jamón curado es un producto nutritivo singular y recomendable, especialmente cuando hablamos de jamones de calidad (sobre todo jamones ibéricos sometidos a un correcto proceso de curación tanto en tiempo como en forma).

A continuación te dejo dos productos de jamón deshuesado sin conservantes ni antioxidantes. El primero ibérico, el segundo serrano.